miércoles, 15 de julio de 2009

El relato fantástico

Dentro de la ficción no realista es posible diferenciar lo maravilloso, lo insólito y lo fantástico. Cada uno de estos géneros se basa en la forma de explicar los elementos sobrenaturales.

Si el fenómeno sobrenatural se explica racionalmente al final del cuento, se puede hablar de un relato insólito. En él, lo que a primera vista parecía escapar a las leyes físicas del mundo no es más que un engaño de los sentidos que se resuelve según estas mismas leyes. Este es el caso de muchas de las narraciones policiales de Poe o de Agatha Cristie.

Si el fenómeno natural permanece sin explicación cuando se acaba el relato, entonces se trata de un relato maravilloso. Tal es el caso de los cuentos de hadas, fábulas y leyendas, en los que los detalles irracionales forman parte tanto del universo como de su estructura. En “Caperucita roja” nadie cuestiona que el lobo se disfrace de abuela y hable como ella o que se la coma y luego el leñador logre sacarla de su estómago sin daños.

El género fantástico se encuentra entre lo insólito y lo maravilloso y sólo se mantiene el efecto fantástico mientras el lector duda entre una explicación racional y una explicación irracional.

La literatura fantástica presenta, en forma de problemas, hechos anormales, innaturales o irreales en contraste con hechos reales, normales o naturales. El relato fantástico produce, así, una ruptura en la realidad cotidiana.

Los personajes de estos relatos viven en un mundo perfectamente identificable, con costumbres, rutinarias o extravagantes, pero un elemento extraño, impreciso y perturbador se introduce en sus vidas y complica, progresivamente, su pacífica existencia. Lo sobrenatural, la realidad extraña, aparece como una ruptura al orden natural. Esta realidad extraña se hace evidente a los ojos del personaje y del lector y ambos se sumergen, por unos instantes, en una experiencia perturbadora.
En la historia de Frankenstein, que la criatura exista en medio de una organización social aparentemente normal es un elemento de ruptura con ese orden natural pero pasa a formar parte del mismo.

Características del relato fantástico:
Entre sus rasgos más destacados se encuentran:

 Elementos macabros.
 Descripciones de una atmósfera sugerente, con espacios oscuros, destruidos, antiguos.
 Personajes extraños o monstruosos.
 Elementos sobrenaturales.
 El horror, el miedo.
 Ambigüedad, vaguedad.
 Verosimilitud como recurso para crear la credibilidad de los hechos narrados.

Los temas de la literatura fantástica han sufrido diferentes clasificaciones a lo largo del tiempo y según distintos estudiosos de la literatura, entre ellos:

 La existencia de otros mundos:

 Dioses o poderes maléficos y benéficos.
 La muerte y los muertos.
 Otros planetas.
 Otros lugares.

 Relaciones entre los elementos de este mundo que rompen el orden reconocido:

 Tiempos
 Espacios
 Causalidades
 Sueños
 Espejos
 Reflejos
 Dobles
 Rebelión de la materia, de los animales, de las plantas.

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